Zapatos

   Tras el olor del cigarro, siento como tu tristeza invade todas las paredes y aunque te aparente lo contrario con cada colilla te llevas un pedazo de nosotros, ¡ojalá fuesen sólo colillas! Durante todo este tiempo el diálogo entre nosotros era mi mejor arma y hoy, lamentablemente, opto por bajar la cabeza ante tus desperdicios y así mismo hoy me duele más que ayer el tiempo transcurrido. El tiempo perdido entre nosotros pero sobre todo el ver como te vas con tus propios demonios quienes te carcomen el alma y las ganas de vivir...

   Te veo caminar tras el marco y puedo sentirme decepcionado frente a tus divagaciones o lo que es peor frente a tus caídas, formando la verdadera fiesta (silenciosa) entre las lágrimas de los que estén invitados ese día. Esos días, en los que debajo de la puerta, se logran colar conversaciones y/o hechos manchados de una triste y poco comprensible soledad.

   Aún no se que ha de doler más: Si la suma de las partes o el todo, claro que no todo es malo en ti o en la historia; sin embargo hoy quiero decirte nuevamente lo último o lo que es igual, lo malo. Siendo tuya por naturaleza, eventualmente también me afecta: tu soledad, tus lágrimas y tu tristeza. Estamos juntos en este espacio a pesar de que, en muchas ocasiones, ambos lo dudemos.

   Hoy...

   He llego al resbaladizo punto de no saber que hacer al respecto. No vengo con la intención de captar tu conciencia,  hoy quiero escucharme a mí aunque tras el espejo de la ventana estás tú.  

   Una y otra vez no dejo de pensar en ti, recordando esos detalles del pasado que me formaron la imagen de tu belleza; pero al verme hoy envuelto ante aquel líquido  que desconcierta a muchos, paso tras la puerta sin despedirme de ti y tratando de no flaquear ante tu debilidad. Emprendiendo mi rumbo, con tanta fuerza como dolor, me quedo pensativo por unos minutos al ver como que te has quedado en ese pozo oscuro.

   Una parte se encuentra salada, gracias al sin fin de lágrimas que se han reunido en este corazón, este corazón que te estará eternamente agradecido (aun cuando no te lo diga) de haberte conocido, porque sin ti mi vida no tendría este rumbo y yo tal vez no estuviese orgulloso de mí, incluso en las adversidades. Hoy me dueles tanto como ayer.

   En ocasiones como hoy, la tristeza y el llanto hacen la bebida por excelencia para esta noche. Con un nudo en la garganta, muchas han sido las noches que hemos llorado tu desaparición y sinceramente ya no quiero seguir aguantando este sentimiento, estas lágrimas que rebotan con cada palabra que te escribo. Fueron muchas  las noches que tu presencia la hemos necesitado, pero a pesar de ello todos nos queremos.

   No tengo una idea acertada de cuanto tiempo nos quede para estar juntos, espero que mi Dios, que es tu Dios, nos conceda la dicha de esperar a que podamos crecer mucho más como personas, pero juntos en este bote. Siempre querré y anhelaré que estés en mi camino. Sé y estoy convencido que: Toda la grandeza de tu interior no la has compartido conmigo y quisiera vivir nuevas experiencias, nuevos retos e historias memorables a tu lado y que seas protagonista en mi vida. Hoy con lágrimas te digo que: No todo es perfecto pero quiero que estés conmigo, tal vez no sea fácil estar juntos pero nadie dijo que lo fuera. Nuestros corazones pueden crear el milagro de ver los problemas con la gracia del pasado...

__Ernesto Luis Rodríguez Rojas________