
De pronto sonó mi celular y lo ignoré, mientras respiraba el aroma de la tranquilidad y contemplaba hasta el último rincón de ese paisaje, que me había regalado...
Luego de un rato sonó la puerta de mi habitación, al abrir no veo a nadie y justo antes de entrar, veo que hay una nota blanca en la alfombra del pasillo: "Si fuera humana, ¿te quedarías conmigo?".Volteé y busqué en todos los pasillos pero no encuentro a nadie, sin hacer mucho escándalo, las pocas personas que estaba viendo están en sus asuntos conversando y cosas similares.

Justo cuando ibamos en camino, todos notaron que me encontraba muy callado, entonces, en busca de cuales eran las razones evadí con un "nada" bastante práctico pero a la vez muy falso, a sus preguntas.
Poco después de llegar al sitio, una de las mejores canciones de la noche, y de mis preferidas, comienza a sonar y al mismo tiempo escucho, muy cerca, una tímida voz que dice: "esa canción me encanta..." sin pensar en las consecuencias la invité a bailarla.
Las "rolas" seguían pasando y aquí parece que ninguno de los dos se cansaba... mientras disfrutaba de ese olor detrás de su cuello, esos labios tan delgados, brillantes y exagerademente tentativos que me sonreían cada vez que me acercaba peligrosamente a ellos. Notaba su mirada, que literalmente "me comía" y nuestros cuerpos eran uno solo, perfecta sincronía entre tu delicadez y mi rudesa. "No quiero esperar más" le dije, respondiéndome: "yo tampoco".
Estaba mejor de lo que había comenzado: la noche. Mi amiga la luna hacia de ésta una protagonista, ése clima propicio para una velada que, tal vez, sería romántica...
Inmediatamente ella me tomo de la mano al salir, me miraba con detenimiento con cada frase que soltaban mis manos. Fue entonces cuando, sin hablar, llegamos a donde queríamos...
Paseamos más allá del cielo y las estrellas...
Luego, caminabamos juntos por aquel sendero y a veces sonreía porque no le entendía debido a que sólo pensaba en lo felíz que me sentía al sentir el calor de tu mano con la mía, no parabas de hablar y con cada oración cada vez me maravillaba más con su belleza.
El sol ya se estaba despertando así que corrimos, de vuelta, por todos los planetas para que él no se diera cuenta que nos habíamos escapado de esta galaxia.

Estando en mi habitación sólo pensaba en ella, veía al techo y sonreía por lo que sí sucedió y por lo que estaba pasando, mi mente no podía ver más que tu sonrisa. ¡Qué perfecto ha sido mi día!, recordaba una y otra vez.... ya quería que llegara el jueves y volver a verte.

Veía una y otra vez el teléfono, hasta que me decidí a no escribirle (para no molestarla), sin embargo; sobraban las ganas. Al subir de nuevo a la habitación, sólo pensaba en encontrarla en el camino, pero eso no pasó. Luego al llegar apenas abro la puerta, noto otro papel en la entrada con las palabras: "La pasé genial anoche, gracias por todo". Inmediatamente recordé y busque en la mesa de la cocina donde había dejado el papel anterior, en efecto, era la misma letra.

Salí de lugar, extrañado. Ya no sabía que pensar, pero me sentía contento a la vez.
Caminé hasta aquel muelle, solo esta vez, mientras veía como las estrellas se deslizaban bajo el manto del cielo. Comprendí que, lo que había estado buscando, siempre estuvo conmigo.
Caminé hasta aquel muelle, solo esta vez, mientras veía como las estrellas se deslizaban bajo el manto del cielo. Comprendí que, lo que había estado buscando, siempre estuvo conmigo.
De repente volteé a mi izquierda y te encontrabas justo ahí... ahí estabas sonriéndome y más hermosa que nunca. Me acerqué a ella y tomé sus manos, respiré, y le dije: "Hoy puedo explicarte que me siento en tu mirada y que esta vida se me inunda de felicidad a tu lado, te amo, y siento que no existe nada más poderoso. Estoy feliz porque estos recuerdos a tu lado por fin podré mostrártelos hoy."
Hice una pausa, respire el aire falso, nuevamente, y le dije: "Estar contigo es sentir que el mundo me sonríe..."
"Es hora de despertar" - escuché, dentro de mi cabeza, a lo lejos y muy tenue. De pronto, una luz incandescente (proveniente de ti) arrasó cada rincón del lugar. Todo volvió a la normalidad, eras tú quien me hablaba.
Ahora me doy cuenta que tan sólo me había quedado dormido, y bajo mis alas te encuentras sonriendo mientras te cuento que soñé contigo en la tierra...
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